Mindfulness, ¿cuáles son sus beneficios y por qué deberías practicarlo?
Podemos definir el mindfulness como una capacidad inherentemente humana, universal, que todos hemos experimentado cuando somos conscientes de lo que sucede en nuestro entorno y de lo que estamos haciendo, pensando o sintiendo, con una actitud de apertura, curiosidad y cuidado.
Es un estado de atención activa y abierta al presente. Abarca observar los pensamientos, sensaciones y emociones que fluyen en nuestro cuerpo y nuestra mente, sin juzgarlos como buenos o malos.
Esta habilidad de estar presentes puede ser adquirida. La práctica de mindfulness, a través de la meditación, posibilita entrenar la mente para desarrollar ese estado de consciencia y compensar la tendencia automática a distraernos. Cuando se practica mindfulness, se entrena la intención (reflexión sobre la motivación y el propósito al prestar atención como ser conscientemente perseverantes en hacerlo), la atención (entrenar y estabilizar la mente en el momento presente de forma sostenida) y la actitud (prestar atención con una actitud de curiosidad, aceptación, apertura y amabilidad).
Como resultado, nos hacemos más conscientes de lo que está pasando en cada momento, en lugar de preocuparnos por lo que ha pasado o pueda llegar a pasar. Esta mayor consciencia significa que podemos responder de forma más habilidosa a lo que sea que estemos experimentando.
Son muchos los beneficios de practicar mindfulness, tanto a nivel emocional (reducción de la reactividad emocional y favorecimiento de los estados de ánimo positivos), cognitivo (resistencia a distracciones, mayor autoconsciencia y flexibilidad cognitiva), fisiológico (fortalecimiento del sistema inmune, mejor presión arterial y mejora del sueño) y conductual (menor impulsividad y conductas de autocuidado y compasión). Entre los más destacados se encuentran los siguientes:
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- Reducción del estrés y la ansiedad
- Mejora de la atención
- Regulación del estado de ánimo
- Transformación de las relaciones
¿Cómo entrenar?
Para entrenar la práctica de mindfulness, existen dos formas de hacerlo:
- Mediante la práctica formal, que consiste en reservar un tiempo específico cada día para cultivar ‘estar presente’. Empieza focalizando tu atención en un objeto como la respiración y devuelve la atención a ese objeto cada vez que notes que tu mente se distrae.
- Mediante la práctica informal, que consiste en realizar actividades de la vida cotidiana, pero prestándoles deliberadamente atención plena (cuando comes, comes; cuando caminas, caminas; cuando mantienes una conversación, mantienes una conversación, etc.).
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